domingo, 15 de mayo de 2011

A pringarse tocan

En estos días crecen por la red iniciativas de indignación con la situación.
Es perfectamente lógico que los ciudadanos acusen a quienes tienen más cerca, “los políticos”.

Pero los políticos responden a intereses diversos, porque, aunque os suene antiguo, hay LUCHA DE CLASES. Y la están ganando unos. Son esos están por la liquidación por derribo del Estado del Bienestar. La crisis se resuelve de modo que la riqueza se concentra cada vez en menos manos, lo público es expropiado en beneficio de lo privado. En definitiva, quienes nos gobiernan son los mercados y sus políticos dóciles.

Si los mercados sustituyen a la política, los enemigos son los mercados. Eso es lo nos impide recuperar una democracia más plena. Pero crece la desafección y corren las consignas de abstención o voto en blanco.

Quiero empezar por dejar claro que la mayoría de los políticos se lo han ganado. Nuestra democracia es joven y débil. Pero, ¿y nuestra responsabilidad?. Desanima ver que la gente protesta de la corrupción pero no castiga a los corruptos. Ni tampoco denuncia que por cada político corrupto hay un corruptor empresarial.

Es cierto que en la primera legislatura de Zapatero se aprobaron (con el apoyo de la izquierda de la Cámara) avances sociales y de derechos, pero no se hizo nada para modificar el modelo económico que nos llevaba a la crisis. Zapatero fue de un optimismo antropológico, si. Pero ese no es su problema.
El problema es su falta de valentía para haber tomado siquiera una posición socialdemócrata ante la crisis.

Y ahora viene la propaganda. Tomás Gómez critica a Esperanza Aguirre porque quiere privatizar mientras que el Gobierno socialista prepara la enajenación de dos buques insignia: las loterías y la navegación aérea.

Hay muchas cosas a las que decir NO, pero sólo nos unirá algo por lo que SI luchar. Ahora, en elecciones, no hay por qué "identificarse" con nadie. Es suficiente con mirar quien te defendería mejor.

Y el problema de los ciudadanos es que NI SIQUIERA las soluciones socialdemócratas nos van a sacar de este sistema de capitalismo corrupto que llevará al planeta al desastre.

Ahora la valentía la van a necesitar los desencantados con Zapatero. Ni dos tazas más del mismo caldo (Rajoy, que no tiene las narices de decir ahora las medidas que ya están pensando en tomar) ni inútiles abstenciones o votos en blanco. Hay un voto para la izquierda real.

miércoles, 16 de febrero de 2011

¡Productividad!

¡¡ SÍÍÍÍÍ !!, ¡¡ vamos a cobrar según nuestra productividad !!. ¡¡ Se acabó la apropiación por el empresario de la plusvalía !!.
No se si de dan cuenta nuestros neoliberales de adonde lleva su propuesta. ¿Será que quieren que los empleados del Santander o de Microsoft se lleven su productividad?.
Porque la productividad individual está ligada a la disposición de unos u otros soportes tecnológicos, a la posición en cada proceso productivo y a otros factores ajenos a trabajador. Queda entonces la mera comparación de diferentes trabajadores en idéntico puesto de trabajo, cosa que se viene aplicando pese a sus complicaciones. Pero de eso no habla la Sra. Merkel.
La consideración del índice de coste de vida no es para la SUBIDA de los salarios, sino para evitar su BAJADA producida por la inflación. Las subidas o bajadas pactadas en Convenios son otra cosa y en ellas siempre han estado presentes la productividad o la situación de la empresa o sector.
¿Será que se han puesto a leer a los clásicos marxistas?.

martes, 1 de febrero de 2011

Nuestros ancianos

¿Cómo se atendía a nuestros mayores hace 300, 600 años, o 20 siglos?.
Deberían morirse de hambre con la filosofía neoliberal, puesto que no habían “ahorrado” ni cotizado a Seguridad Social alguna.
Pero no sólo eran atendidos por sus descendientes, sino que eran considerados y respetados por lo que habían hecho en sus vidas.

En nuestros días, la sociedad capitalista propugna una ley de la selva que ni siquiera considera elementos de solidaridad presentes en sociedades animales.
Pero las luchas a favor de políticas sociales ha llevado a que esta module su dureza. Aparecen así cosas como las pensiones públicas o la Ley de dependencia.

Nosotros tenemos un sistema mixto en el cual las pensiones las pagan quienes están trabajando en ese momento, pero con una cuantía relacionada con lo que el pensionista cotizó.

El debate de fondo, es que se quieren cargar los restos de concepción solidaria que anima a nuestro sistema de pensiones. El financiero dice: cada uno tendrá lo que haya ahorrado y nada más (y mientras tanto, claro, yo guardo todo ese dinero)

La clave de tanta demagogia y falsos datos para justificar la urgencia de la reforma de las pensiones es ceder a esa ideología.

Cada campaña de desprestigio de las pensiones públicas se ha saldado con el fracaso de quienes pronosticaban su insolvencia, pero no importaba. Ya se llevaban el bocado de un nuevo número de incautos apuntándose a planes de pensiones privados, con bajas rentabilidades reales y mayor peligro de quiebras.

No tienen más que montarse un par de crisis más y se lo llevarán todo.